Querida tenemos un niño… negro!!!
Por Enid Molko
La guerra me enseñó lecciones muy valiosas sobre el patriotismo y la amistad. Las cartas de mi novia Jenny me mantuvieron cerca de casa, en esas duras noches de batalla en Vietnam. Al leerlas me olvidaba de todo el fuego y la destrucción y volvía a Connecticut, a los días fáciles en la universidad, entre las fiestas de fraternidad y mis citas con Jenny.
- Esta lista la cena cariño! Hice chuletas de cerdo.
- Ohh gracias querida, en un momento estaré ahí.
- ¿Que es eso que estas escribiendo?
- Ohh son solo mis notas, estoy iniciando un diario, ya sabes escribiré un poco sobre mi vida y veré que pasa en el futuro, creo que a nuestro hijo le gustará leer todo lo que pasó su viejo en la guerra y con su familia.
- Es una maravillosa idea Herman, a nuestro hijo le encantará.
- Claro el pequeño Stanley, será mi muchacho grande, le enseñaré a luchar, a jugar baseball, a andar en bicicleta y cuando sea mayor le daré el auto para que salga con las chicas.
- Tienes muchos planes querido, pero si es una niña?
- Si es una niña tu le enseñarás a ser toda una señorita y yo le daré todo mi amor.
- Que lindo eres, ahora vamos a cenar, o la salsa de manzana se enfriará.
La vida transcurría feliz en aquel tranquilo vecindario. Para Herman, su vida era perfecta, excepto por un pequeño detalle, ese jardinero negro. – “No puedo creer como esa basura oscura trabaja aquí, ni siquiera parece humano. Su raza pertenece a la selva y a los zoológicos, No aquí con la gente civilizada”. Herman no soportaba a aquel jardinero y continuamente se quejaba con su esposa Jennifer sobre aquel hombre.
- Tranquilo Herman, nada de lo que dices pasará, es solo un simple jardinero, una persona como tú o como yo. Él solo trata de mantener a su familia.
- De mantener a más negros, que aberrante raza. No quiero que ese hombre se acerque aquí, nunca cariño, Nunca!!!
Tras treinta horas en labor de parto; la esposa de Herman había dado a luz a un saludable niño. Después de que Jennifer había descansado lo suficiente, tras su agotadora labor, Herman entró a su cuarto con unas hermosas flores y un gran cigarro en la boca.
Herman desbordaba emoción por todos lados; su camisa sudada y su gran sonrisa, la cual no podía ocultar, eran muestras de esto. Se acercó le dio un gran beso a su esposa, sin embargo, al ver al bebe, a la carne de su carne y sangre de su sangre, La expresión de este ex infante de marina cambió radicalmente. Su gran cigarro cayó de su boca y su emoción se transformó rápidamente en rabia.
- Qué demonios esta pasando aquí, un niño negro. ¿Que pasa esto es una broma???
- Jennifer. ¿Qué significa esto?
- ¿Que te pasa Herman? Este es tu hijo mira tiene tus ojos.
- Hija de puta, doctor!!!, doctor!!!
- Si que pasa, señor Hopkins. ¿Le agrada su hijo?
- ¿Esto es una broma o que? Esto no es un bebe, es el hijo de algún chimpancé, es un cochino negro, pare esta broma entrégueme a mi verdadero hijo y llévese esta cosa de aquí. Revise sus archivos este no es mi hijo, este no es Stanley Hopkins.
- Esta bien señor Hopkins, no creo que haya ningún error, sin embargo revisaremos.
- Señor Hopkins, hemos revisado los archivos de los partos del día de hoy y sin duda alguna, ese es su hijo.
- Es que no puede ser doctor un maldito negro de donde salió, haber Jennifer, dime que estuviste haciendo, anduviste de puta querida, fuiste a probar un garrote ajeno??, Que no te bastó conmigo y las escobas de la casa?
- No me hables así Herman, no he hecho nada más que amarte.
- Pronto van a llegar mis amigos de la fábrica y… ¿Que van a ver? Un chango, un asqueroso chango abrazado por una puta urgida, estuviste engañándome todo este tiempo Jennifer, dejaste que ese animal entrara en nuestra casa entre tu y las rameras de Saigon no hay ninguna diferencia, son unas callejeras!
- ¿Ese es tu hijo Hopkins?
- Si, ese chimpancé es mi hijo y ella es la puta que vive conmigo.
Una gran risa se apodera de la habitación, Herman no puede soportar el odio y la humillación y sale corriendo del hospital. Rugiendo del coraje.
Herman esta sentado en el sillón con su escopeta en una mano y deteniendo su botella de whisky en la otra, sujeta la botella fuertemente.
Herman se levanta rápidamente y con un brusco golpe de su brazo, rompe la botella de whisky en la cara de Jamal, los vidrios se encajan en su cara, la sangre no para de brotar, el alcohol de la botella quema los ojos y las heridas del jardinero. Sus gritos llenan la habitación de un aura de dolor y desesperación. Jennifer no puede aguantar lo que ve, su amado esposo, se ha convertido en un animal, no sabe que hacer, no hay salida, esto sólo era un juego, una aventura, nada malo pasaría, Jamal estuvo maravilloso, sí sabe amar a una mujer, Herman solo hacía lo suyo y se marchaba, Jamal siempre estaba ahí para ella, para todas. La felicidad de los hogares era Jamal. Él mantenía la satisfacción de todos. Ahora todo está perdido.
Herman se acerca rápidamente a Jennifer, ella se queda paralizada al ver a la bestia, recobra el sentido y trata de escapar por la puerta, que sigue abierta, pero demasiado tarde. Herman la toma del brazo, cierra la puerta de un golpe jala a Jennifer a la sala.
- Haber queridita ven conmigo, dame a mi hijo quiero jugar con él.
- No!!! Herman aléjate!!!
Herman lanza a su esposa al suelo junto con Jamal, y le arrebata al bebé de los brazos, éste instintivamente comienza a llorar. Jennifer trata de levantarse para recuperar al bebé pero Herman vuelve a tirarla de una fuerte cachetada que le tira dos dientes a Jennifer.
- Si mi querido Stanley, este es el futuro que te puede dar tu verdadero papá una vida de simio de zoológico, yo te podría haber enseñado tantas cosas, sin embargo, no eres nada de mi.
hhhhhhhhhhahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhahhhhhhhhhhh
hhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
- Estás loco!!!!!!!!! Te odio, mi hijo!!! Te odio!!!
- Cállate, eso no era nada nuestro, pero nada!
Herman se pone a repartirle golpes en la cara a su esposa para calmarla, luego toma un bracito del bebé y se lo pone en las manos a Jennifer.
- Toma un recuerdo, una patita de la suerte. Ahora veamos que te gustaba de este negro, que te volvía loca, vamos a buscar a la serpiente, saquémosla de la madriguera.
Herman se agacha y empieza a desabrochar el pantalón de Jamal. Desabrocha el cinturón, desabotona, abre la bragueta. Mientras Jamal, no para de temblar y sudar, suda tanto que su cuerpo se humedece completamente. Herman saca su navaja y concluye la operación. Rompe el calzón de Jamal y deja al descubierto el pene del jardinero.
Herman grita a Jamal en su cara y lo mira fijamente, con su mirada perdida, por el odio, el alcohol y la adrenalina.
- Quiero verlo, quiero ver como te la comes Jenny, lo vamos a ver ahorita.
Herman blande su navaja, la dirige a la parte baja de Jamal, encaja, y le arranca el pene y los testículos. La sangre no para de brotar. Salen litros y litros. Jamal rompe la pelota de tenis con la boca y no para de llorar y de gritar, el sufrimiento es incontenible. Jennifer se congela, todo esto es demasiado para ella y pierde el control de todo, está a punto de desmayarse, pero Herman la moja con sangre de Jamal para hacerla despertar.
- Despierta, hora de comer querida, esto es negro servido bien crudo.
- Ahora trágatelo, quiero que te tragues toda la verga de ese negro, quiero ver como la disfrutas, vamos, comete a tu amante. Es todo tuyo, cómelo, cómelo.
Jennifer trata de vomitar, pero las manos de Herman le impiden sacar el contenido de su boca, por lo que lo traga lenta pero desesperadamente. Está a punto de ahogarse, ha logrado tragar un poco, pero no es suficiente, los pelos, la carne y la sangre tienen completamente tapado su sistema. Pero con un gran esfuerzo Jennifer logra tragar la mayor parte de la carne la cual esta fría por el miedo de Jamal. Herman disfruta toda esta escena, puede sentir como su esposa traga y traga la carne. – Vamos, sigue, yo se que te gusta, continua querida.
Herman rápidamente toma un cerillo y lo lanza sobre la cara de Jamal y su cara comienza a arder por el Whisky. Jamal, lanza su último grito de dolor. Mientras Herman aprovecha para terminarlo a escopetazos. – Esto es lo que siempre quise hacer Jamal. Esto es mi hobbie, gracias por existir amigo mío, muchas gracias. Hahahahhahahahahahhahahhahahahahahahhahahhhaha, negro de mierda.
Herman no puede dejar de reír, disfruta su venganza, le hace recordar sus tiempos en el campo de batalla, siente otra vez ese vigor juvenil, que sentía al quemar aldeas del otro lado del mundo.
Herman desaparece de la escena, ha salido a buscar unas cosas. Jennifer se queda tirada en el suelo abrazando lo que queda del destruido cuerpo de Jamal. La alfombra empapada de sangre, impide que el fuego de la cara de Jamal se propague por la casa. Jennifer, empieza a arrastrarse por la casa, tratando de encontrar una salida, sus mareos le impiden llevar a cabo una maniobra de escape exitosa. Herman sigue buscando en el garage. Encuentra las pertenencias de su abuelo.
-Ohhh las cosas del abuelo, mmm las veré después. Ohh aquí está lo que buscaba. Veamos ahora como esta mi amada esposa.
Jennifer trata de abrir la perilla, pero no tiene la fuerza para hacerlo, en eso, la puerta se abre sola de una patada. Herman ha regresado, trae consigo un bote de pintura y una vieja maleta de piel. Deja la maleta en el suelo y abre el bote.
-Listo, pero espera un momento, ese no es el cabello de una negra, necesitas enchinarlo un poco, te haré un afro mi amor. Herman toma su soplete y lanza un tremendo fogonazo en la cabeza de Jennifer, causándole un tremendo incendio a su esposa, el cual apaga dándole de golpes con su escopeta.
- Ahora si Jennifer, eres toda una pinche negra igual que Jamal. ¿Cómo te quieres llamar? ¿Alisha? Si, tú serás Alisha, bien Alisha no puedes vivir aquí en los suburbios con la gente bonita. Vamos al ghetto, vamos al barrio.
Herman amarra las manos de Jennifer a la defensa trasera de su camioneta. Lleva consigo la maleta de su abuelo.
- Mira puta, aquí esta mi descendencia, aquí está, te voy a enseñar de donde viene mi familia. Mis poderosos lazos raciales puta. Los que tú no quisiste respetar piruja de barrio. Te rebajaste puta, ahora te rebajare por completo.
- ¿Como vas mi amor? ¿Disfrutas el viaje? Hahahhahahahahahahaha, claro que lo disfrutas, ahora vas con los tuyos. Con las cucarachas como tú perra.
Tras quince minutos de recorrido, Herman detiene la camioneta en una de las calles del ghetto, saca su escuadra de la guantera, toma la maleta de su abuelo. Y baja de la camioneta, se dirige a ver lo que queda de su esposa.
Una mujer descarnada pero que aún respira está tirada en el suelo. Herman la desata y la levanta. Ahora la una vez bella Jennifer es un cuerpo descarnado cubierto de sangre y pintura negra. Un grupo personas sale para ver lo que sucede. Miran de lejos los acontecimientos.
Herman tira la escuadra al suelo y abre la maleta de su abuelo para ver sus fotos. Y se pone a ver las fotos de sus antepasados, cuando de pronto hace un descubrimiento increíble.
Con terror, Herman mira la extraña realidad, que le muestra la foto, un antepasado negro en su familia, no lo puede, creer, su cabeza da vueltas y trata de negar la innegable realidad, antepasados negros en su familia.
noooooooooooooooooooooooooooonnnnnnn!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
2 comments:
wey, soy todo un fan de tu trabajo pero realment estas decayendo... aunque dejame decirte que no pude dejar de leer tu cuento no tuvo ese bizarrismo que te caracteriza. sin embargo todo esto es critica constructuva porque realment soy tu fan wey, es mas, tu articulo de "asi sera mi vida" yo creo que es el mejor que he leido en mi vida...muchas gracias sigue con el trabajo pero me caes mejor de dictador o filosofo y no de racista jaja
chales, esta chidoo tu trabajo mi buen enid.
Y estuvo de poca el comentario de la conversacion del viejo loko, que chido
jaja pinche comentario tan chido.
me hace reir haaasta vomitar por la nariz.
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